Historia
Prehistoria
Baztan es cuna de un copioso censo de estos vestigios del pasado, recuerdos impasibles de épocas pretéritas que se encuentran salpicados por todo el territorio. Los estudios científicos han revelado que las primeras personas baztanesas vivieron, murieron y fueron enterradas aquí, en el valle, allá por el siglo XIII antes de Cristo. Los yacimientos arqueológicos baztaneses han despertado interés en muchas ocasiones, de personas historiadoras.
Actualmente, vecinos y vecinas del Valle como Josu Cabodevilla e Itziar Zabalza, se han encargado de recoger el guante lanzado por sus antecesores y antecesoras en el mundo del megalitismo baztanés y han recopilado y catalogado en una guía todos los monumentos megalíticos existentes en el Valle de Baztan. De entre todos estos restos hay que destacar algunos, más conocidos que otros, como por ejemplo el monolito de Urdintz, los dólmenes de Otaltzu, Xolborroko harria (en Legate); Urkizte, Luurzu, Beoltrin, Autrin, Zalu y los cromlech de Maistrugain y Soalar. También encontramos el túmulo de Urlegi (en Alkurruntz), dólmenes en Uztanborro (en Irurita), Sorginetxoa (en Erratzu), Pas de Rolan (estación Erratzu-Alduides), Oiza (a 699 metros, cerca de Elizondo), dos en Otsondo, seis más y un menhir en el sector de Legate (en Lekaroz), el cromlech y el menhir de Iparla, los dólmenes de Elorta y Aznabazterra (en Erratzu), el menhir de Bagordi… O el menhir de Soalar, que encontrado fuera de su lugar de origen en un jardín privado, hoy se expone para todo el público en el Museo Baztan (Museo Etnográfico Jorge Oteiza – Colección Javier Ciga).
El Imperio Romano y Edad Media
Las tierras del Baztan fueron pobladas por la población romana tal y como se atestigua en construcciones y edificaciones de distinta índole. Por el extremo sur del valle, pasaba la vía Burdeos-Astorga, aprovechada después por personas peregrinas jacobeas. Quizás el puente de Oharriz sea la mejor muestra de la presencia romana, sin olvidar las minas de Aritzakun donde se cuenta que se encontró un pequeño yacimiento de oro.
Siglos más tarde, y una vez que expiraron los tiempos de dominación del Imperio Romano en nuestras tierras, las siguientes menciones históricas acerca del valle las encontramos en el prólogo del Fuero de Navarra, donde se le menciona como lugar no hollado por la invasión musulmana. Más tarde, hacia el año 1025, Sancho el Mayor instituyó el señorío de Baztan en favor de Semén de Ochoániz, señor de Jauregizar, Amaiur/Maya e Irurita.
Alfonso I se tituló, en un documento expedido en Sangüesa en 1132, rey de Baztan. El 22 de mayo de 1397, Carlos III declaró en respuesta a una demanda de la vecindad de Elizondo que «sean e finquen guardados e mantenidos en sus condiciones de fidalguía e infançonía, en que decían haber estado a perpetuo». En el pleito mantenido en 1440 con el patrimonio real sobre el pago de las pechas por el pasto de los ganados en los montes reales, volvió a reafirmarse o confirmarse este derecho de hidalguía. Es este transito de años, también cabe recordar el papel del Valle de Baztan en la historia, con leyendas épicas como los acontecidos en 1212 con la participación en la famosa batalla de las Navas de Tolosa, de donde se dice que proviene el escudo o blasón que hoy en día identifica a las casas del valle. Aunque sobre el origen del escudo, encontramos más de una teoría (abajo más información).
Reino de Navarra
El Valle de Baztan es un referente en la historia del Reino de Navarra. El castillo de Amaiur fue uno de los últimos bastiones de la independencia de Navarra, una de las últimas defensas en caer frente a la conquista llevada a cabo por el Reino de Castilla. Si bien se considera que Navarra perdió su independencia frente a Castilla en 1521, perdida la batalla de Noáin, es sabido que todavía una hueste de fieles a la corona Navarra se atrincheró buscando refugio en el Castillo de Amaiur, muy cerca de la frontera con Lapurdi.
Resistieron en el castillo hasta 1522, año en el que la armada de Castilla consigue hacerse con el castillo. Fue tal la resistencia mostrada por la caballería navarra, que aun estando en minoría, fueron capaces de aguantar varias batallas y escabechinas. Las personas navarras eran 200, el grupo castellano sin embargo contaban con 10.000 personas mucho mejor preparados.
Una vez que el Viejo Reino estaba bajo control castellano, el Cardenal Cisneros, hombre de confianza de los Reyes Católicos, mandó destruir o desmantelar toda aquella fortificación o baluarte defensivo que rememorara la resistencia Navarra frente a Castilla. Así pues, el Castillo de Amaiur fue destruido, como otros tantos castillos navarros, siendo ocho o nueve los únicos que quedaron en pie.
Siglos XVI-XIX
Desde mediados del siglo XVII hasta casi los albores del XIX y padeciendo unas condiciones de vida bastante difíciles, algunos grupos de navarros y navarras emigraron a Madrid para buscar mejor fortuna. Entre ellos se encontraban numerosa población de Baztan de las cuales algunas personas llegaron a ocupar posiciones de relieve, tanto en la Corte de Madrid como en Indias (casi todos ellos como conquistadores de los pueblos de América Latina). Fue así que el Valle de Baztan comenzó a proveer al Reino de personal militar, dignidades eclesiásticas, ministro, asentistas y comercial, en un grado tal que indujo al Marqués del Saltillo a afirmar que Madrid estaba dominada por sociedad navarra, sobre todo oriundos y oriundas de dicho valle. Pero no todo fueron grandes logros y méritos y muchas personas tuvieron que volver al pueblo natal sin haber hecho fortuna.
Sin embargo ese fue el destino de solo una pequeña minoría de la población baztanesa. La inmensa mayoría se quedó en el valle y casi todo el pueblo siguió con la vida humilde que llevaban trabajando la tierra. Tuvieron que padecer pestes, hambrunas y guerras. También hay que señalar que muchas familias se beneficiaron de la fortuna de alguna persona familiar que emigró a Madrid y ello todavía hoy puede apreciarse la arquitectura civil de ésta época. Por otro lado, Baztan tuvo mucha presencia en la Primera Guerra Carlista. El infante Don Carlos entró a través de este valle, proveniente de Portugal, una vez muerto Fernando VII, como aspirante al trono. Lo mismo que lo abandonó, pues huyó a Francia por la frontera de Dantxarinea. Antes, hubo trágicos episodios como el terrible incendio de Lekaroz en 1835 ordenado por el General Espoz y Mina.
En los siglos XIX-XX hubo mucha emigración a América. La mayoría de las personas que emigraron eran baztandarras del entorno rural, gente labradora o “baserritarras” de los caseríos, que más que enriquecerse sólo buscaba un modo de sustento para sus casas natales. Esta emigración se dio fundamentalmente a México, Argentina y a los diferentes estados de Estados Unidos. Casi todas las personas trabajaron en el pastoreo.
Siglo XX
En las inundaciones de 1913 Erratzu y Elizondo sufrieron una de las mayores catástrofes jamás vividas en este valle.
La guerra civil comenzada en 1936 y los años de dictadura franquista que le siguieron, como en otros tantos lugares, tuvieron consecuencias muy duras para Baztan. El euskara, la población abertzale (patriotas vascos) y los grupos izquierdistas de la zona fueron perseguidos por franquistas y muchos de ellos y ellas, con tal de sobrevivir se vieron obligados y obligadas a cruzar la frontera. Personas de las que no se exiliaron fueron apresadas y otras tantas asesinadas. Muchas personas presas republicanas del Estado Español tambien fueron traidas a nuestro valle forzosamente para realizar diferentes trabajos. Sobre todo tuvieron que realizar carreteras de montaña como esclavos y esclavas del régimen franquista. Así se construyó la carretera de Artesiaga, que une Irurita y Eugi. Los grupos de presos y presas tuvieron que abrir golpe a golpe de pico la carretera NA-1740, hoy en día, en memoria de todos ellos y todas ellas podemos ver una escultura conmemorativa (una iniciativa del Ayuntamiento de Baztan, el pueblo de Irurita, Memoriaren Bideak y el Instituto Geronimo de Uztariz).
Con la autarquía y el cierre de fronteras, se recurrió a un modo alternativo de ganarse la vida para la mayoría de las gentes del valle, el contrabando, un delito hecho arte por la pobblación de Baztan que se las ingeniaban de mil maneras distintas para eludir los controles y hacer llegar las mercancías que transportaban de noche (puntillas, rodamientos, ganado… etc) a sus lugares de destino. Era la manera de ganarse un sobresueldo dado las duras circunstancias de vida que había en la época. Era un trabajo duro, expuesto a peligros y que fundamentalmente era llevado a cabo por gente humilde que solo conseguía ganar una pequeña cantidad de dinero. El dinero y poder real estaba en manos de pocas personas.
Más tarde, una de las curiosidades históricas, se dio en el monte Gorramendi, donde se instaló una base militar americana que en época de la Guerra Fría, hizo sus labores de vigilancia y comunicación para la sorpresa y asombro de las personas del lugar que veían llegar los primeros jeeps y población norteamericana a nuestras tierras.
El pueblo Agote
El pueblo agote o “cagots”, cuyos primeros indicios se hallan en documentos del siglo XIII, vivieron en los valles de los Pirineos durante seis siglos como una comunidad diferente, discriminada por todos los pueblos de alrededor. Las hipótesis sobre el origen de su mala fama son diversas. Para una gente, descendían de personas leprosas y por eso se les discriminaba, por miedo al contagio. Para otras, eran descendientes de la población de godos, por su piel blanca y pelo rubio. Como gran distintivo físico de la población agote, se decía que no tenían lóbulo o que lo tenían pegado a la oreja. Fuera el motivo que fuera, también se baraja que la exclusión podría haber sido por motivos económicos. Y más en el Valle de Baztan, donde se instalaron y dieron forma al barrio de Bozate en Arizkun, pues querían obtener los derechos vecinales y la hidalguía a lo que al parecer, la vecindad del Valle se oponían al “no cumplir los agotes los requisitos de ser un lugareño o tener una sangre pura”. Eran, por lo tanto, una gente absolutamente discriminada y sin apenas derechos. No se les permitía labrar las tierras comunales, no podían utilizar el molino, tenían puertas exclusivas en las iglesias, llamadas «Agote ateak», y siempre tenían que sentarse en las filas traseras de los templos.
Para sobrevivir de alguna manera, el pueblo agote únicamente podía desempeñar labores de matarifes o carpinteros (ya que se suponía que la madera dificultaba la transmisión de enfermedades) pero más tarde también ejercieron como personal de albañileria, artesania o de música. Y de hecho debían de ser muy buenos y buenas en los trabajos manuales pues no hay más que ver qué arquitectura tan bella consiguieron levantar en Bozate con sus características casas. Se movían según las condiciones se iban endureciendo en el lugar en el que estaban. Con el paso del tiempo estas condiciones fueron suavizándose y la gente agote poco a poco fueron asentándose allá donde estaban, también en Baztan. Aún y todo, en Bozate todavía a principios del siglo XX el estigma se mantenía y este grupo seguía discriminado. Hoy en día hay familias que conservan el recuerdo de su origen agote.
En el año 2011, Iñaki Elizalde dirigió la película “Baztan”. En ella se hace una interesante reflexión sobre el pasado y presente de los y las agotes, expresada así en palabras de su director: «La película BAZTAN nace de una historia universal tristemente conocida y repetida: una mayoría mantiene discriminada en un gueto a una minoría a la que trata como animales. Lo que la diferencia quizás de otros casos es que ésta se ha mantenido durante más de diez siglos, escondida en un pequeño y recóndito valle del norte de Navarra (que da título a la película) llegando hasta nuestros días».
Escudo de Baztan
Escudo de Baztan El escudo de Baztan se trata de un ajedrezado en su base, un jaquelado de plata y sable, uno de los distintivos más antiguos y conocidos de toda Navarra, que puede disponer de distinta ornamentación a su alrededor, y que en su parte alta, comúnmente aparece un yelmo o cabeza de caballero que lo culmina.
Las hipótesis sobre su origen son numerosas y casi siempre giran alrededor de alguna leyenda o historia que hace que la presencia de este escudo en la inmensa mayoría de fachadas de las edificaciones baztanesas cobre mayor importancia si cabe. Una de estas teorías nos lleva al año 1212, donde en la batalla de las Navas de Tolosa, el Rey de Navarra, Sancho VII el Fuerte, otorga el ajedrezado a la población de Baztan para recompensarlos por su comportamiento en el campo de batalla. Otra teoría más antigua todavía nos remonta al reinado de don Sancho Abarca (970 – 994), que siendo Rey de Pamplona cayó preso de los franceses. Se dice que lo liberaron unos cuantos «seniores», como el de Morentín, Aybar y Lodosa. Y entre esos señores también se encontraba Alfonso Gonzalez de Baztan, que recibió como gratificación del Rey «un ajedrez», que desde entonces pasaría a formar parte como uno de los símbolos más apreciados del valle. Esta teoría fue reforzada entre otros por don Juan de Goyeneche, en su libro «Executoria de la Nobleza, Antigüedad y Blasones del Valle de Baztan», aunque con un halo más literario y caballeresco, remarcando en demasía las impresionantes virtudes de un vecino baztanés.
Sea como fuere, no cabe duda que teniendo el origen que tenga, el escudo o blasón del Valle de Baztan se ha convertido en uno de los elementos indispensables en toda edificación baztanesa, sea noble o caserío, rico o pobre. Cuando alguna persona de la casa fallecía, el escudo se cubría con un paño negro.
Leyendas de Baztan y personajes mitológicos principales
Lamia es un ser mitológico, mitad mujer y mitad pez. De cintura para arriba es una doncella de gran belleza y, de cintura para abajo, tiene cuerpo de cola de salmón. A las Lamias les gusta peinarse con un peine de oro a la orilla de un riachuelo. Suele vivir en los pozos y manantiales (Xorroxin o Lamiarrita de Arizkun, por ejemplo). Cuenta la leyenda que en el lugar de Azpilkueta, en el paraje de Meatza, enterraron a dos mujeres hace mucho tiempo. Estas mujeres eran lamias, y es por ello que es de ese lugar de donde, se dice, surgen todas las tormentas.
Las Brujas eran mujeres malvadas que, como cuenta la tradición oral de Baztan, secuestraban antiguamente a los niños y se los llevaban a las cuevas que hay en la regata de Infierno (en el paraje de Orabidea).
Basajaun es el señor o genio del bosque, personaje mitológico de gran tamaño, con el cuerpo cubierto de un pelo que le llega hasta las rodillas y le tapa la cara, el pecho y el vientre. Según leyendas y cuentos del lugar, el Basajaun construyó los monumentos megalíticos. Basajaun es el que protege a los rebaños cuando se acerca la tormenta. Da un grito para avisar a los pastores que retiren su ganado evitando así que el lobo se acerque. Las ovejas anuncian la presencia de Basajaun con una simultánea y colectiva sacudida y con el sonido de sus cencerros. Con la presencia del genio los pastores saben que pueden estar tranquilos, el lobo no irá a molestar su rebaño.